Sistema biliar: Anatomía y funciones
Anatomía del sistema biliar
El sistema biliar está compuesto de órganos y de conductos (vías biliares, vesícula biliar y estructuras asociadas) que se ocupan de la producción y del transporte de la bilis.
El transporte de la bilis sigue esta secuencia:
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Luego de que las células del hígado segregan la bilis, esta es recogida por un sistema de conductos que fluyen desde el hígado a través de los conductos hepáticos derecho e izquierdo.
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Por último, estos conductos drenan su contenido dentro del conducto hepático común.
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Luego, el conducto hepático común y el conducto cístico confluyen desde la vesícula biliar para formar el conducto colédoco, cuyo recorrido va desde el hígado hasta el duodeno (la primera porción del intestino delgado).
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Sin embargo, no toda la bilis va directamente al duodeno. Alrededor de un 50% de la bilis producida por el hígado es depositada primero en la vesícula biliar, que es un órgano en forma de pera ubicado directamente debajo del hígado.
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Después de que se ingiere la comida, se contrae la vesícula biliar, que vierte en el duodeno la bilis depositada para ayudar a emulsificar las grasas.
Funciones del sistema biliar
La funciones más importantes del sistema biliar son:
La bilis es un líquido amarillo verdoso (compuesto de productos de desecho, colesterol y sales biliares) segregado por las células del hígado para realizar dos funciones principales:
Las sales biliares son el componente que ayuda a emulsificar y absorber las grasas. La bilis, que es excretada del cuerpo en la forma de heces, es lo que le da a las heces el color marrón oscuro.