Molestias y complicaciones posquirúrgicas
¿Cuáles son algunas molestias posquirúrgicas más comunes?
Las molestias que tenga después de una cirugía dependen de muchas cosas, como el tipo de cirugía. Las molestias más comunes son las siguientes:
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Náuseas y vómitos a causa de la anestesia general
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Dolor de garganta causado por la sonda colocada en la tráquea para poder respirar durante la cirugía
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Molestias, dolor e hinchazón alrededor del lugar de la incisión o dolor leve en la zona donde se colocaron las vías intravenosas
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Agitación e insomnio
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Sed
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Estreñimiento y gases
¿Qué complicaciones pueden ocurrir después de una cirugía?
A veces puede haber complicaciones después de una cirugía. Entre las más frecuentes, se incluyen las siguientes:
Estado de choque (shock)
El shock ocurre cuando la presión arterial disminuye gravemente y causa una ralentización riesgosa de la circulación de la sangre en todo el cuerpo. Puede ser causado por la pérdida de sangre, una infección, una lesión en la columna vertebral o trastornos metabólicos. El tratamiento puede incluir cualquiera de las siguientes opciones, o todas:
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Eliminar coágulos de sangre
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Asistir con la respiración. Puede ser con un respirador.
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Reducir la pérdida de calor
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Administrar sangre o líquidos por vía intravenosa
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Administrar oxígeno
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Recetar medicamentos para aumentar la presión arterial.
Hemorragia
Si el lugar donde se realizó la cirugía comienza a perder sangre rápidamente, puede ocurrir, por ejemplo, un shock. El tratamiento para la pérdida de sangre rápida puede ser lo siguiente:
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Administración de líquidos por vía intravenosa
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Transfusión de glóbulos rojos u otros hemoderivados (productos sanguíneos), como plasma
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Otra cirugía o procedimientos para controlar la hemorragia
Infección de la herida
Si entran bacterias en el lugar donde se realizó la cirugía, puede ocurrir una infección. Las infecciones pueden retrasar la cicatrización. Las infecciones en una herida pueden propagarse a órganos o tejidos circundantes, o a otras partes del cuerpo por medio del torrente sanguíneo, lo cual, cuando es grave, puede causar la muerte. El tratamiento de las infecciones en las heridas puede incluir lo siguiente:
Trombosis venosa profunda
Una trombosis venosa profunda es un coágulo de sangre en una vena grande y profunda en la pierna, el brazo u otra parte del cuerpo. Los síntomas incluyen dolor, hinchazón, sensibilidad y enrojecimiento de la piel en un brazo, una pierna u otra parte del cuerpo. Llame al proveedor de atención médica de inmediato si tiene alguno de estos síntomas. En algunos casos, el coágulo puede liberarse y llegar a los pulmones o al cerebro. Esto puede causar una embolia pulmonar o un ataque cerebral. A menudo se usan medias de compresión para prevenir la trombosis venosa profunda. Una vez que se produjo el coágulo, el tratamiento suele consistir en anticoagulantes.
Embolia pulmonar
El coágulo puede liberarse de la vena y desplazarse hasta los pulmones. Este coágulo se llama embolia pulmonar. En los pulmones, el coágulo puede interrumpir la circulación de la sangre. Esta es una emergencia médica que puede causar la muerte. Si tiene los siguientes síntomas, llame al 911 o busque ayuda de emergencia de inmediato. Los síntomas incluyen dolor de pecho, dificultad para respirar, tos (con sangre o no), sudoración, presión arterial muy baja, ritmo cardíaco acelerado, mareos y desmayos. El tratamiento depende de la ubicación y del tamaño del coágulo de sangre. Puede incluir lo siguiente:
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Medicamentos diluyentes de la sangre (anticoagulantes) para prevenir más coágulos
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Medicamentos trombolíticos para disolver coágulos
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Cirugía u otros procedimientos para eliminar el coágulo
Problemas pulmonares
A veces, pueden ocurrir problemas pulmonares si el paciente no hace los ejercicios de respiración profunda y de tos correspondientes después de la cirugía. También pueden ocurrir por una neumonía o por inhalar comida, agua o sangre en las vías respiratorias. Los síntomas pueden incluir sibilancias, dolor de pecho, falta de aire, fiebre y tos. Levantarse y caminar, respirar profundamente y toser puede reducir las probabilidades de padecer problemas pulmonares. El tratamiento depende del problema específico que tenga y de la causa.
Retención urinaria
Esto implica no poder vaciar la vejiga. Puede deberse a la anestesia o ciertas cirugías. Por lo general, se trata usando una sonda delgada (catéter) para vaciar la vejiga. La sonda puede dejarse colocada hasta que el paciente recupera el control de la vejiga. A veces se usan medicamentos para estimular la vejiga.
Reacción a la anestesia
Esto es raro, pero puede ocurrir. Los síntomas pueden variar de leves a graves. El tratamiento para las reacciones alérgicas incluye dejar de tomar los medicamentos que pueden estar causando la reacción. También puede que le den otros medicamentos para tratar la alergia. Informe al equipo de atención médica si tiene alergias antes de la cirugía para reducir el riesgo. Si efectivamente ocurre una reacción alérgica, pregunte qué la causó para que evitar que pase lo mismo en el futuro.