Benign Prostatic Hyperplasia (BPH)
¿Qué es la hiperplasia prostática benigna (HPB)?
La hiperplasia prostática benigna (HPB) también se conoce como hipertrofia prostática benigna. Esto sucede cuando la glándula de la próstata se agranda mucho y puede causar problemas para orinar. La HPB no es cáncer y es una parte común del envejecimiento.
La glándula de la próstata se encuentra solo en los hombres. Se encuentra ubicada en frente del recto y debajo de la vejiga. Se envuelve alrededor de la uretra, el conducto que transporta la orina fuera del cuerpo. El trabajo de la próstata es producir parte del líquido que protege y nutre a los espermatozoides en el semen. Esto hace que el semen sea más líquido.
La HPB puede elevar los niveles de PSA (antígeno prostático específico). La próstata genera el PSA y se puede medir con un análisis de sangre. Un nivel aumentado de PSA no significa que tenga cáncer, pero cuanto mayor sea el nivel de PSA, mayor será la probabilidad.
Algunos de los síntomas de la HPB y el cáncer de próstata son los mismos, pero la HPB no es cáncer y no se convierte en cáncer de próstata.
¿Cuáles son las causas de las HPB?
No se conoce con certeza la causa del síndrome de la HPB. La próstata pasa por 2 períodos principales de crecimiento. En la pubertad precoz, duplica su tamaño. Luego, alrededor de 25 años, la próstata comienza a crecer de nuevo y continúa creciendo durante la mayor parte de la vida de un hombre.
El continuo crecimiento de la próstata puede no causar problemas hasta mucho más tarde en la vida, cuando el segundo período de crecimiento puede dar lugar a la HPB. Es un problema común que los hombres a partir de los 60 años, y es más probable que los hombres de 70 y 80 años tengan algunos de los síntomas de la HPB.
¿Cuáles son los síntomas de la HPB?
A medida que la próstata crece, ejerce presión contra la uretra, el conducto que transporta la orina fuera del cuerpo. Esto interfiere con la micción. Al mismo tiempo, la pared de la vejiga se vuelve más gruesa e irritada, y comienza a contraerse, incluso cuando contiene solo pequeñas cantidades de orina. Esto puede causar ganas más frecuentes de orinar. Estos cambios hacen que el músculo de la vejiga se debilite. Es posible que no se vacíe completamente y deje un poco de orina en ella. Esta situación provoca síntomas.
A continuación, se enumeran los síntomas más comunes de la HPB.
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Fugas o goteo de orina
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Problemas para iniciar el flujo de orina
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Micción más frecuente, especialmente por la noche
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Urgencia para orinar
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Retener orina (no puede orinar)
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Un chorro de orina débil e interrumpido
Estos problemas pueden dar lugar a uno o más de los siguientes síntomas, si no se trata la HPB:
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Pérdida del control de la orina
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Daño en los riñones
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Sangre en la orina
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Daño en la vejiga
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Infecciones de las vías urinarias
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Cálculos en la vejiga
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Incapacidad para orinar en absoluto
Los síntomas de HPB pueden parecerse a otras afecciones o problemas médicos. Siempre hable con su proveedor de atención médica para obtener un diagnóstico.
¿Cómo se diagnostica la HPB?
El diagnóstico de la hiperplasia prostática benigna (HPB) en sus etapas más tempranas puede disminuir el riesgo de complicaciones. Su proveedor de atención médica revisará su historia clínica y le hará un examen físico. Otras pruebas pueden incluir las siguientes:
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Análisis de orina. Para detectar infecciones.
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Examen digital del recto. Un procedimiento en el que el proveedor de atención médica pone un dedo enguantado en el recto para sentir la parte de la próstata junto con el recto.
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Ecografía (también llamada sonografía). Un estudio por imágenes que utiliza ondas sonoras de alta frecuencia para crear imágenes de la próstata y órganos cercanos en una pantalla de computadora.
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Citoscopia. Un tubo flexible y delgado, y dispositivo de visualización se coloca dentro del pene y por la uretra para examinar cambios u obstrucciones en la vejiga y las vías urinarias.
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Estudio del flujo de orina. Una prueba en la que el hombre orina en un dispositivo que mide la rapidez con que fluye la orina. Una disminución del flujo puede sugerir la HPB.
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El residuo postmiccional. Una prueba como una prueba de ultrasonido que mide la cantidad de orina que queda en la vejiga después de la micción.
¿Cómo se trata la HPB?
Con el tiempo, los síntomas de HPB suelen necesitar algún tipo de tratamiento. Cuando la próstata se agranda solo ligeramente, es posible que no sea necesario el tratamiento. De hecho, la investigación ha demostrado que, en algunos casos leves, algunos de los síntomas de HPB se mejoran sin tratamiento. La necesidad de iniciar el tratamiento será decisión de su proveedor de atención médica después de una evaluación detallada de los síntomas. Los exámenes médicos periódicos son importantes y necesarios para identificar problemas en desarrollo.
El tratamiento de la HPB puede incluir lo siguiente:
Cirugía
Para eliminar solo el tejido agrandado que presiona la uretra (el conducto que lleva la orina fuera del cuerpo), dejando el resto de la próstata interior intacto. Los tipos de cirugía, con frecuencia, incluyen:
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Cirugía transuretral. No se necesita una incisión (corte) externa. El cirujano llega a la próstata introduciéndole un instrumento a través de la uretra.
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Resección transuretral de la próstata (TURP, por sus siglas en inglés) Un resectoscopio, un tubo delgado y estrecho, se le coloca en la uretra a través del pene. El cirujano utiliza herramientas a través del resectoscopio para eliminar el tejido de la próstata que bloquea la uretra una pieza a la vez. Los pedazos de tejido se transportan al interior de la vejiga y se sacan al final de la operación.
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Incisión transuretral de la próstata. Un procedimiento que ensancha la uretra haciendo pequeños cortes en el cuello de la vejiga, la uretra, donde se une a la vejiga y en la glándula prostática.
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Resección transuretral de la próstata (TURP, por sus siglas en inglés) Un resectoscopio, un tubo delgado y estrecho, se le coloca en la uretra a través del pene. El cirujano utiliza herramientas a través del resectoscopio para eliminar el tejido de la próstata que bloquea la uretra una pieza a la vez. Los pedazos de tejido se transportan al interior de la vejiga y se sacan al final de la operación.
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Incisión transuretral de la próstata. Un procedimiento que ensancha la uretra haciendo pequeños cortes en el cuello de la vejiga, la uretra, donde se une a la vejiga y en la glándula prostática.
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Cirugía láser. El uso de instrumentos láser para cortar el tejido prostático que bloquea la uretra. La fibra de láser se hace pasar a través de la uretra hasta la próstata.
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Cirugía abierta. La cirugía que requiere una incisión (corte) en la piel; se hace a menudo cuando la glándula es muy grande, cuando hay factores que complican la situación o cuando la vejiga se ha dañado y necesita reparación.
Tratamientos no quirúrgicos
Estos pueden incluir:
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Termoterapia transuretral con microondas (TTUM). Las microondas se utilizan para calentar y destruir el tejido de la próstata para reducir la frecuencia y urgencia urinaria. Un tubo delgado y flexible se coloca en la uretra para llevar las microondas a las partes correctas de la próstata.
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Medicamentos. Para reducir o al menos detener el crecimiento de la próstata sin usar cirugía, o para hacer que los músculos alrededor de la uretra sean más flexible para que la orina fluya más fácilmente.
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Termoterapia inducida por el agua. Agua caliente se envía a través de un tubo flexible suave en la uretra para calentar y destruir el tejido de la próstata.
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Stents prostáticos. Los stents son tubos estrechos que se colocan a través de la uretra hasta el área angostada, donde se les permite expandirse, como un resorte, para hacer retroceder el tejido prostático y ampliar la uretra. Los stents se pueden utilizar cuando otros tratamientos no han funcionado.
¿Cuáles son las complicaciones de la HPB?
El retraso en el tratamiento puede causar daño permanente a la vejiga que no puede tratarse.
Vivir con HPB
El control de la HPB puede incluir:
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Factores de estilo de vida. Limite la ingesta de líquidos por la noche, vacíe su vejiga antes de ir a la cama y no tome diuréticos (pastillas contra la retención de agua) que son activos durante la noche. No fumar también puede ayudar a aliviar los síntomas de HPB.
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Factores dietéticos. Evite o disminuya la ingesta de alcohol, café y otros líquidos. Esto es especialmente importante después la cena. Un mayor riesgo para la HPB se ha relacionado con una dieta rica en zinc, mantequilla y margarina. Los hombres que comen muchas frutas se cree que tienen un menor riesgo de tener HPB.
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Evite medicamentos que empeoran los síntomas. Los descongestionantes y antihistamínicos pueden hacer más lento el flujo de orina en algunos hombres con HPB. Algunos antidepresivos y diuréticos también pueden empeorar los síntomas. Hable con su proveedor de atención médica si observa alguno de los siguientes signos:
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Los ejercicios de Kegel. La contracción y liberación repetidas de los músculos de la pelvis se conocen como los ejercicios de Kegel. Estos pueden ayudar a prevenir la pérdida de orina. Practique estos ejercicios mientras orina para entrenar el músculo específico. Para hacer los ejercicios de Kegel, contraiga el músculo hasta que el flujo de orina disminuya o se detenga y, luego, suéltelo.
Puntos clave sobre la HPB
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La HPB sucede cuando la glándula de la próstata se agranda mucho y puede causar problemas para orinar.
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No se conoce con certeza la causa del síndrome de la HPB. El crecimiento de la próstata puede no causar problemas hasta mucho más tarde en la vida.
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A medida que la próstata se agranda, ejerce presión sobre la uretra. Esto provoca síntomas tales como cambios en el hecho de orinar.
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La HPB puede no necesitar tratamiento. Si es necesario, el tratamiento incluye medicamentos y diversos procedimientos y cirugías usados para eliminar la parte de la próstata que hace presión sobre la uretra.
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El manejo terapéutico de la hiperplasia prostática benigna (HPB) puede incluir cambios de estilo de vida.
Próximos pasos
Consejos para ayudarle a aprovechar al máximo una visita a su proveedor de atención médica:
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Tenga en mente la razón de su visita y qué desea que suceda.
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Antes de su visita, escriba las preguntas que quiere hacerle.
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Lleve a alguien con usted para que le ayude a hacer las preguntas y para que recuerde lo que el proveedor le dice.
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En la visita, escriba el nombre de un diagnóstico nuevo y de todos los medicamentos, tratamientos o análisis nuevos. Además escriba todas las instrucciones nuevas que le dé su proveedor.
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Pregunte por qué se indica un medicamento o tratamiento nuevo, y cómo le ayudará. Además, consulte cuáles serán los efectos secundarios.
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Pregunte si su afección se puede tratar de otras maneras.
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Infórmese de por qué un análisis o procedimiento se recomienda y qué podrían significar los resultados.
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Consulte qué puede ocurrir si usted no toma el medicamento o no se hace el análisis o procedimiento.
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Si tiene una cita de control, anote la fecha, la hora y el propósito de esa visita.
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Averigüe cómo comunicarse con su proveedor si tiene preguntas.