Administrar los medicamentos puede ser difícil. Más aún si toma varios medicamentos y recibe tratamiento para diferentes afecciones.
Los siguientes consejos lo ayudarán a administrar los medicamentos de forma segura:
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Tenga en claro la dosis exacta y el horario de cada medicamento que le recete su proveedor de atención médica. Verifique la información con su farmacéutico cuando reabastezca las recetas.
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Si acude a diferentes proveedores de atención médica por distintas afecciones, es muy importante que les comunique a todos ellos cada uno de los medicamentos que está tomando. Llevar una lista todo el tiempo puede ser de ayuda. Pida a su farmacéutico una tarjeta de medicamentos para su billetera que le ayudará a llevar una lista actualizada de sus medicamentos. Asegúrese de que su farmacia tenga un registro de todos los medicamentos que toma. Esto incluye cualquier medicamento de venta libre, vitaminas o suplementos a base de hierbas. Si es posible, compre todos los medicamentos en la misma farmacia. Así, se reducen las posibilidades de interacción entre los medicamentos.
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Informe a todos sus proveedores de atención médica y a su farmacéutico si tiene alguna alergia o sensibilidad para que también puedan guardar esa información importante en sus registros. Considere usar una pulsera o una cadena de alerta médica que identifique sus alergias.
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Escriba su programa diario de medicamentos en un calendario, una tabla o en el teléfono o computadora. Asegúrese de actualizar el programa cada vez que cambie de medicamento.
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Considere la posibilidad de compartir la lista de medicamentos y los horarios con su cónyuge, pareja o un familiar o amigo cercano. En caso de emergencia, si no puede comunicarse, seguirá disponiendo de una lista de medicamentos precisa.
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Siga exactamente el programa y tome la dosis exacta recetada por su proveedor de atención médica. No cambie la dosis (tomar más o menos cantidad del medicamento) ni la frecuencia con la que toma el medicamento sin consultarlo con el proveedor de atención médica.
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Sepa qué medicamentos deben tomarse con el estómago vacío o junto con la comida.
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Los factores alimenticios pueden influir en el efecto de los medicamentos. Si cambia mucho la alimentación (por ejemplo, si empieza una dieta baja en grasas o rica en calcio), comuníqueselo al proveedor de atención médica. Informe al proveedor sobre la cantidad de alcohol, té o cafeína que bebe y comuníquele si fuma.
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Utilice un pastillero semanal o diario para asegurarse de que recibe la dosis correcta en el momento adecuado. Pregunte en su farmacia para ver qué pastilleros están disponibles. Las aplicaciones para teléfonos inteligentes o computadoras también pueden ser útiles. Intente establecer alertas en los dispositivos electrónicos si tiene problemas para acordarse de tomar los medicamentos.
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Guarde los medicamentos en sus envases originales, excepto los que haya colocado en un pastillero. Las etiquetas contienen información importante, como el nombre del medicamento, la dosis, el nombre del proveedor de atención médica y las fechas de caducidad.
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Debe guardar los medicamentos en un lugar fresco y seco (no en el cuarto de baño).
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No tome los medicamentos en la oscuridad, cuando esté cansado o cuando esté distraído. Puede que tome el medicamento equivocado o demasiada cantidad. Si es necesario, pida ayuda para encontrar y tomar el medicamento correcto.
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Las bebidas alcohólicas pueden interactuar con muchos tipos de medicamentos. Pregunte a sus proveedores de atención médica o farmacéutico si es seguro beber alcohol mientras toma medicamentos con receta o de venta libre.
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Cuando sus hijos o nietos estén cerca, mantenga los envases de los medicamentos fuera de su alcance, especialmente los que no tienen tapas a prueba de niños. No guarde nunca medicamentos en el armario del cuarto de baño.
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No tome antibióticos que fueron recetados para otra persona. Vea a continuación las advertencias sobre los efectos de tomar medicamentos no indicados para usted).
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Si su proveedor de atención médica le ha indicado que deje de tomar un medicamento, deshágase de él de inmediato (vea a continuación los consejos de eliminación). No los guarde por las dudas de que los necesite en el futuro. El costo de tener efectos secundarios o una interacción con el medicamento si lo toma accidentalmente sería mayor que el costo del medicamento.
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Deseche los alimentos cuya fecha de vencimiento ya haya pasado. Pregunte al farmacéutico por los programas de devolución de medicamentos de su ciudad. Si no hay ninguno, siga las instrucciones específicas de eliminación que figuran en la etiqueta del medicamento o en la información para el paciente que lo acompaña. Si no se dan instrucciones, triture y mezcle los medicamentos con restos de café, arena para gatos o restos de comida. Séllelos en una bolsa o en un recipiente (como un bote de margarina o un tarro) y deséchelos en la basura normal. Hay algunos medicamentos que son perjudiciales y pueden ser mortales si los toman accidentalmente los niños o cualquier otra persona. Los analgésicos con opioides deben tirarse por el inodoro. Consulte a su farmacéutico si no está seguro de cómo desechar un medicamento. Tache su nombre y cualquier información de identificación de todos los frascos de medicamentos antes de tirarlos a la basura.
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Nunca deje de tomar los medicamentos por su cuenta. Pregunte primero a su proveedor de atención médica si puede hacerlo. Algunos medicamentos deben suspenderse lentamente para evitar complicaciones.
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Si los medicamentos lo hacen sentir mal o le causan efectos secundarios que le resultan difíciles de tolerar, hable con el proveedor de atención médica lo antes posible. No deje de tomar los medicamentos. Se puede ajustar la dosis o cambiar el medicamento según las instrucciones del proveedor.