Fracturas por esfuerzo en el pie
¿Qué son las fracturas por esfuerzo en el pie?
Las fracturas por esfuerzo son grietas muy pequeñas y delgadas en el hueso provocadas por la sobrecarga continua o repentina. Si bien pueden ocurrir en muchos huesos que están sujetos a actividades repetitivas, los huesos de las piernas y de los pies tienen un riesgo mayor. Los huesos de la parte media del pie (metatarsianos) de las personas que corren están especialmente en riesgo de sufrir fracturas por esfuerzo.
¿Cuáles son las causas de una fractura por esfuerzo en el pie?
A menudo, un aumento repentino en la actividad física es la causa de este tipo de fracturas. El aumento puede ser en la frecuencia o en la intensidad del movimiento. Por ejemplo, aumentar de forma brusca la cantidad de días que hace actividad física o correr 4 km (3 millas) en lugar de poco más de 1 km (1 milla). A menudo, las fracturas por esfuerzo se producen en el pie después de entrenar para jugar básquetbol, de correr y de practicar otros deportes. Son comunes en el reclutamiento militar.
Las personas que no son atletas también pueden tener fracturas por esfuerzo. Las pueden causar un calzado nuevo que no absorbe el impacto repetitivo de caminar. Las fracturas por esfuerzo también se producen en personas que caminan distancias largas o por terrenos irregulares. Otra causa de las fracturas por esfuerzo es la actividad física repentina después de un período de inactividad. La disminución de la sensibilidad en los pies debido a lesiones nerviosas (por ejemplo, a causa de la diabetes) puede aumentar el riesgo de fracturas por esfuerzo. La debilidad de los huesos debido a la osteoporosis o a la inflamación en las articulaciones (artritis) puede aumentar las probabilidades de sufrir una fractura por esfuerzo. Los niveles bajos de vitamina D están relacionados con un mayor riesgo de fracturas, incluidas las fracturas por esfuerzo.
¿Cuáles son los síntomas de una fractura por esfuerzo en el pie?
Los síntomas de la fractura por esfuerzo pueden variar según el lugar y la gravedad de la fractura. Pueden incluir los siguientes:
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Dolor en la parte delantera del pie, a menudo después de hacer una actividad larga o intensa
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Hinchazón (en algunos casos no se presenta)
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Sensibilidad
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Moretones
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Dolor que desaparece después de hacer actividad física y que vuelve cuando se reanuda la actividad
Los síntomas de este tipo de fracturas pueden ser como los de otras afecciones. Consulte siempre con su médico para obtener un diagnóstico.
¿Cómo se diagnostican las fracturas por esfuerzo en el pie?
A menudo el diagnóstico puede confirmarse con la historia clínica completa y una exploración física. Muchas veces, las radiografías no pueden detectar las fracturas por esfuerzo porque son muy delgadas. Se puede hacer una gammagrafía ósea o una resonancia magnética. Una vez que se forma el callo alrededor de la fractura, se puede confirmar una fractura por esfuerzo mediante una radiografía.
¿Cómo se tratan las fracturas por esfuerzo en el pie?
El tratamiento está diseñado para aliviar el dolor y darle tiempo a la fractura para sanar. Esto generalmente tarda entre 6 y 8 semanas. El tratamiento dependerá de los síntomas, de la edad y del estado general de salud. También dependerá de la gravedad de la afección.
El tratamiento puede incluir lo siguiente:
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Reposo
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Protección de la zona de la fractura con soporte de peso reducido
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Compresas frías
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Medicamentos, como ibuprofeno
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Calzado con efecto de amortiguación para usar cuando hace actividad física
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Correr en superficies blandas, como césped
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Fisioterapia
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Hacer una actividad con menos impacto, como nadar o andar en bicicleta
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Usar un aparato ortopédico o un yeso
Prevención
Estos son algunos consejos de la Academia Estadounidense de Cirujanos Ortopédicos (American Academy of Orthopaedic Surgeons) para prevenir las fracturas por esfuerzo:
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Aumente la intensidad de la actividad de manera gradual. Cuando comience una nueva actividad deportiva, establezca objetivos más pequeños. Por ejemplo, no se proponga correr 8 km (5 millas) por día. Vaya aumentando la distancia de a poco cada semana. Incorpore a la rutina de entrenamiento ejercicios adecuados de calentamiento, enfriamiento y estiramiento.
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Entrenamiento combinado. Se trata de alternar actividades que permitan alcanzar las mismas metas de aptitud física. Puede ayudar a prevenir lesiones como fracturas por esfuerzo. En lugar de correr todos los días para alcanzar objetivos cardiovasculares, corra los días pares y ande en bicicleta los días impares. Agregue un poco de entrenamiento de fuerza y ejercicios de flexibilidad para obtener más beneficios.
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Come alimentos saludables. Asegúrese de incorporar alimentos con alto contenido de calcio y vitamina D en las comidas.
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Usar el equipo correcto. No use calzado para correr que sea viejo o esté muy usado.
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Prestar atención al dolor. Si siente dolor o hinchazón, detenga la actividad de inmediato y descanse durante algunos días. Si el dolor persiste, consulte con un cirujano ortopédico.
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Tratar los síntomas a tiempo. Es importante recordar que, si reconoce los síntomas a tiempo y se tratan, puede volver a practicar deporte con normalidad.
Información importante sobre las fracturas por esfuerzo en el pie
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Las fracturas por esfuerzo son grietas muy pequeñas y delgadas en el hueso provocadas por la sobrecarga continua.
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Los huesos de las piernas y de los pies tienen un riesgo mayor.
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Los huesos de la parte media del pie (metatarsianos) de las personas que corren están especialmente en riesgo de sufrir fracturas por esfuerzo.
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A menudo, un aumento repentino en la actividad física es la causa de este tipo de fracturas.
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El tratamiento está diseñado para aliviar el dolor y darle tiempo a la fractura para sanar. Esto generalmente tarda entre 6 y 8 semanas.
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Puede prevenir este tipo de fracturas si toma las precauciones correctas cuando comienza un nuevo programa de ejercicio.
Próximos pasos
Consejos para aprovechar al máximo la visita con el proveedor de atención médica:
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Tenga en claro la razón de la cita médica y qué quiere que suceda.
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Antes de la consulta, anote las preguntas que quiere hacer.
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Lleve a un acompañante para que lo ayude a formular las preguntas y a recordar qué le dice el proveedor.
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En la consulta, anote el nombre de cualquier diagnóstico nuevo y de las pruebas, los medicamentos o los tratamientos nuevos. También anote las instrucciones que le dé el proveedor.
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Sepa por qué se receta un tratamiento o un medicamento, y cómo lo ayudará. Además, conozca los efectos secundarios.
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Pregunte si la afección se puede tratar de otra forma.
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Sepa por qué se recomienda una prueba o un procedimiento y qué podrían significar los resultados.
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Sepa qué esperar si no toma el medicamento o no se hace la prueba o el procedimiento.
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Si tiene una cita de seguimiento, anote la fecha, la hora y el objetivo de la consulta.
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Sepa cómo comunicarse con el proveedor si tiene preguntas.